¿Estás pensando en organizar tu boda en el extranjero? Las playas paradisíacas o los parajes naturales de gran belleza que se pueden encontrar por todo el mundo son un gran aliciente, pero la organización puede resultarte algo más compleja en comparación con la de una boda en territorio patrio. Para ayudarte, aquí te traemos 10 consejos que te facilitarán la tarea:
1. SIMPLIFICA (O NO). Muchas veces, contratar un touroperador que nos ofrezca el paquete de boda + luna de miel ahorra una cantidad ingente de problemas, pues se encargan de todo y aporta seguridad. Sin embargo, recurrir a uno también reduce la flexibilidad y la capacidad de ajustar cada detalle de la boda a nuestro antojo para organizar el día justo como habíamos soñado.
2. BUSCA AYUDA LOCAL. Si te gusta la comodidad de un touroperador pero no quieres renunciar a ajustar los detalles a tu gusto, hazte con los servicios de un wedding planner local. Un profesional que conozca a los suministradores del lugar podrá facilitarte cualquier extra que sueñes y, probablemente te ahorre dinero, esfuerzo y preocupaciones.
3. ATRÉVETE TÚ MISMA. Este consejo no se contradice con el anterior, ya que solo recomendamos que te lances a la odisea de organizar una boda (que siempre es difícil, aunque la montes en el jardín de tu propia casa) si tienes contactos en el país de destino, conoces el lugar donde se va a celebrar y posees una gran capacidad organizativa. Si se dan esas condiciones, nadie mejor que tú para lograr el resultado final que deseas.
4. NO TE PASES DE GENEROSA. No existen protocolos sociales para organizar bodas en el extranjero. Es decir, que no tienes por qué pagar el viaje a todos los invitados. Organizar tu boda en el extranjero es también una manera sutil de reducir el número de asistentes a aquellos que realmente quieren acudir, ya que la distancia ofrece una excusa inmejorable para rehusar la invitación. Eso sí: si hay alguna persona a la que realmente te gustaría ver en tu boda y sabes que no puede permitirse el viaje, que no te pene correr tú con su pasaje (pero mucho ojo con que nadie se entere de ello, pues podrían despertarse envidias).
5. INFÓRMATE BIEN DE LOS TRÁMITES. Cada país tiene sus propios tiempos para el papeleo del matrimonio. Asegúrate de que conoces todos los trámites y estás al tanto de los sellos oficiales que necesitas. Recuerda también que algunos países solo reconocen los matrimonios civiles. Escoger un país de habla hispana (que afortunadamente los hay montones y son maravillosos) puede simplificarte mucho los trámites y ahorrarte dinero en traducciones.
6. ANALIZA EL CLIMA. Es algo bastante obvio, pero muchas veces nos olvidamos de que los meses más propicios para casarse en una playa del Hemisferio Norte difieren de los del Hemisferio Sur. Recuerda que, por ejemplo, en los países caribeños la temporada de huracanes se extiende desde el 1 de junio al 30 de noviembre.
7. BODAS GRATIS. Algunas cadenas hoteleras ofrecen bodas gratis (en sus playas privadas, por ejemplo) para aquellas parejas que se hospeden un número determinado de noches o lo hagan acompañados de un número mínimo de invitados (a partir de 15, muchas veces). Es una manera de ahorrar: buscar el destino para la luna de miel y ajustar la boda como un “complemento” de ella.
8. LA TECNOLOGÍA ES TU AMIGA. Si vas a organizar una boda en el extranjero, navegarás por internet horas y horas. Ya que eres una persona moderna, y muchos de tus amigos y familiares también, estudia la posibilidad de retransmitir en vídeo por streaming tu ceremonia en directo: de este modo, aquellos que no hayan podido asistir en persona, podrán seguirla cómodamente por internet.
9. ÉCHALE IMAGINACIÓN. Aunque las bodas en los resorts hoteleros con playa son una de las opciones más populares, hay un gran abanico de localizaciones donde convertir tu boda en un evento único y especial: lagos, jardines, castillos… Una ceremonia en un hermoso bosque de cerezos japonés, por ejemplo, es algo inolvidable.
10. PREPARA LAS COSAS CON TIEMPO. Aunque los touroperadores y los wedding planners pueden facilitarte las cosas y organizar una boda en pocos meses, conviene preparar los trámites, la reserva del lugar de la ceremonia, el alojamiento para ti y tus invitados, etc… con al menos un año de antelación. Los plazos varían de país a país, pero ese es el tiempo prudente para ahorrarte agobios y sorpresas.
