Una boda es cuestión de dos, y tanto el novio como la novia quieren lucir radiantes ese día. A veces todos centramos demasiado el protagonismo en la chica, pero no tiene por qué ser así. También ellos necesitan sus cuidados y sus buenos consejos a nivel de cosmética. Aquí os dejamos nuestro decálogo especial para los chicos:
1. No hagas experimentos en la peluquería justo el día de la boda. Te recomendamos que, a ser posible, el día de tu boda te peine tu peluquero habitual. Y si has decidido hacerte un cambio de corte, que no sea el gran día, porque con la tijera no hay marcha atrás.
Planea desde al menos un par de meses antes si tu pelo va a lucir su look habitual o si quieres un cambio. En este último caso, háblalo con tu peluquero (puedes llevarle fotos de peinados que te gusten para que se haga una idea de lo que quieres) y háztelo cuanto antes. Lo importante es que haya tiempo de rectificar si fuera necesario.
2. Una limpieza facial un par de semanas antes. La piel masculina es más dura y resistente, pero no por eso deja de necesitar cuidados, y una limpieza de cutis nos viene bien a todos para acabar con los puntos negros y para revitalizar e iluminar la piel. No te hagas la limpieza facial solo unos días antes de la boda, porque la cara puede hincharse un poco y dejarte rojeces.
De hecho, lo mejor sería hacerte una limpieza en profundidad un par de meses antes y otra, más suave, en la que prime la hidratación, un par de semanas antes del gran día. Si te preocupan tus arrugas de expresión o las bolsas de los ojos, hay muchos tratamientos que te ayudarán a mejorar tu imagen.
3. Las cejas. También en el centro de estética podéis pedir que os limpien un poco las cejas. No te asustes, no se trata de depilarlas ni de delinearlas (ni se os ocurra hacer esto si no lo habéis hecho nunca, porque os veréis y os verán raros), sino solamente de librar el entrecejo de algún pelo de más.
4. Mejora el aspecto de tus manos. Sabemos que a muchos hombres os da un poco de repelús lo de ir a un centro de estética para hacerse la manicura, pero ten en cuenta que ese día os van a hacer muchas fotos, y algunas de ellas con un primer plano de vuestras manos: por ejemplo, durante el intercambio de los anillos. Se trata de tratar las cutículas, dar forma a las uñas e hidratarlas y proteger las uñas con un esmalte protector. El esmalte apenas se notará porque te lo harán en un acabado mate, pero el aspecto de tus uñas mejorará mucho.
5. Visita al dentista unos dos meses antes. Si tenéis que arreglaros alguna pieza, la boda es una buena excusa para ponerse a ello. En cualquier caso, siempre es recomendable hacerse una revisión, una limpieza y un blanqueamiento.
6. Un fin de semana de spa. Si os lo podéis permitir, tanto a la novia como al novio os sentaría genial el fin de semana antes de la boda marcharos a un spa y que os den un buen masaje relajante. Seguro que después de tantos meses de preparativos os vendrá muy bien para recuperar fuerzas.
7. Descansa la noche anterior. Nada de despedidas de soltero el día antes de la boda. Hay muchos fines de semana antes de la boda para que puedas pasártelo en grande con los amigos. Dormir al menos ocho horas es fundamental, así que si puedes, la víspera de la boda vete a dormir temprano.
8. Evita hacer ejercicio físico en exceso unas semanas antes. Si estás acostumbrado a hacer deporte, no te hará daño seguir con tu habitual ritmo de trabajo en el gimnasio, porque además te ayudará a desestresarte, pero tampoco te pases, porque podrías enfrentarte a una situación en la que el cansancio provocará que tengas peor aspecto. Por no hablar del riesgo de lesiones.
9. Cuida tus comidas. Come bien, sano, y no te pases ni te quedes corto con las cantidades. A veces el estrés o los nervios por la boda nos juegan malas pasadas y adelgazamos o engordamos demasiado. Además, si comes sano, tu piel lucirá más tersa y brillante. Bebe agua, unos dos litros diarios, y, si puedes evitarlo, modera el consumo de alcohol.
10. Y nuestro último consejo es… Si alguna de estas recomendaciones te van a suponer un plus de estrés, olvídate de ella. Lo más importante es que llegues al día de tu boda lo más tranquilo posible, seguro de ti mismo y con ganas de disfrutar.
